The Amazing Spiderman

Confirmado, The Amazing Spiderman es una mierda. 
Para empezar, Peter Parker no es un pringado, como lo era en el cómic, es un hipster, un skater, un guaperas, pero de pringado no tiene nada. Para colmo, cuando ya aparece como Spiderman, entonces es un chulo que va de sobradísimo.

 

Hablemos sobre Spidey. Qué decir del traje... un ceñido pijama de licra con gafas de sol, ni más ni menos. Para colmo, el terrible físico del actor, que es básicamente un tirillas, hace que quede aún más ridículo ¿Los lanzarredes? Sí, aparecen y es un detallazo. Como recordaréis, en la anterior trilogía dirigida por Sam Raimi, Spidey disparaba las redes que le salían directamente del interior de su cuerpo. Aquí han corregido eso, Parker se fabrica los lanzarredes, pero no son unos simples y eficientes lanzarredes, no, se toma la molestia de hacer un diseño puntero con lucecitas de colores y todo.

Ahora pasemos al villano. La historia del lagarto está bien, y está bastante mejor explicada que la de Spiderman, que se da por sentada. Pero le encuentro dos problemas: uno es que ya podría tener más cara de lagarto en vez de salir tan humanizado, y el otro es que el personaje, en lugar de ser una bestia descontrolada sin capacidad de raciocinio, conserva su inteligencia, puede hablar perfectamente y hasta es capaz de saber mezclar sustancias químicas y crear diferentes estrategias. Eso sí, su personalidad se distorsiona y se vuelve loco y cruel, etc, etc, vamos, que acaba siendo una mezcla entre el Lagarto y el Duende Verde.











Entrando ya en la trama de la película, tarda una aburridísima hora en aparecer Spiderman como tal. Durante  todo ese rato veremos a Peter Parker hacer acrobacias con su skate, vacilarle al matón del instituto jugando al basket, y ver la clásica muerte del tío Ben versionada de forma cutre, en la que el tío muere por flipado, sin dar la trascendencia necesaria ni el sentimiento de culpabilidad que debería atormentar a nuestro protagonista. Todo este rollo sirve como introducción a la tergiversada historia del origen de Spiderman, versionando la ya de por sí versionada saga Ultimate del cómic.
Unos efectos especiales cojonudos, sí, pero unas escenas de acción mediocres, y con apenas 20 minutos de metraje (de las dos horas que dura), es decir, menos metraje que la pastelosa historia de amor entre Peter y Gwen Stacy

Las comparaciones son odiosas, pero es inevitable compararla con la trilogía de Raimi. Este reinicio no la supera ni mucho menos, si acaso, la puede igualar. La banda sonora no tiene comparación, quedando la nueva muy por debajo. Ni qué decir tiene, que la saga de Raimi, por muchos fallos que tuviera (que los tenía), nos dejó escenas míticas, y nos sorprendió a todos con sus efectos. Sin embargo, el efecto novedad aquí queda totalmente anulado.


Para terminar, hay algunos detalles que le hacen perder gracia a la cosa, como que ni aparezca Jameson, ni el Daily Bugle, o que la tía May esté rejuvenecida por lo menos 20 años.


En resumen, una película totalmente prescindible, que no ofrece nada nuevo ni mejora lo anterior. Previsible, sin carisma, con un reparto que no le va nada y con toda la emoción de la película concentrada en los últimos 10 minutos.

Valoración Final: 2/10